Un día despierto, y las cosas comenzaron a enturbiarse, pues esa enfermedad conquistaba más órganos, hasta llegar a la cabeza de aquella mujer, que trabaja pensando...
Ya mutilada, siguió adelante, como hacen las guerreras.
En ese entonces, supo rodearse de aves de rapiña, que aprovecharon el momento, casi sin nada, se inventaba una existencia, su pequeña ya perdida, supo probar anestésicos que potenciaban la violencia en toda dirección.
Y ese caos llegaría un día a su fin…pero nunca gratis.
Su hada con alas, seguía perdiendo peso, paz, paciencia, y afrontaba todo con su alma, esas deudas karmicas de variada índole.
Y llego el día: Verla agonizando hasta dejar de respirar, seguir fuerte en soledad, bancando las piedras, el circo velatorio, Cargar con los reclamos, los muebles, el odio, las deudas, hasta llevar con su puchero a la que perdía su segundo hijo, a un hogar de residencia
Vulnerable eligió lo que pudo como compañero, dos soledades se juntaban, dos huérfanos, pero no mas coincidencias…
Las uniones donde no se es uno mismo, a veces, terminan en tragedia, donde las violencias circulan sin descaro pero nunca puertas afuera.
Rearmar el alma no es tarea fácil, pero es mas factible cuando esta ha sido alimentada: el arte , el humor, la resiliencia….
Ya sin criadores, sin casa, sin trabajo, buscándose a si misma, evolucionando, después de la tristeza.
Noita Morfoni
jueves, 16 de septiembre de 2010
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